GERIÁTRICOS

El principal problema de seguridad de los geriátricos es la fuga de personas mayores, con el riesgo de que se pierdan o sufran daños. Para evitarlo y garantizar su integridad física, los centros de la tercera edad deben apostar por sistemas de control de errantes que les permitan tener localizados a sus residentes las 24 horas.

 Para identificar fugas o intentos de fugas de ancianos es necesario que el centro tome medidas físicas y que aposte por la implementación de los sistemas de seguridad pertinentes:

• El personal de recepción tiene que llevar un control de las entradas y salidas tanto de los pacientes como de las visitas. Algo que se facilita enormemente con la ayuda del software de seguridad adecuado.
• Las ventanas y puertas deben contar con sistemas de seguridad en las plantas altas y en las que residan personas con problemas cognitivos o intentos de autolisis.
• Todas las instalaciones del centro tienen que cumplir con la normativa vigente de su Comunidad Autónoma.
• El centro debe ser diseñado teniendo en cuenta los criterios de accesibilidad, adaptabilidad y seguridad de los usuarios, familiares y personal. El diseño del edificio debe fomentar la intimidad, facilitar la orientación, personalizar los ambientes y ofrecer un aspecto hogareño, pero sin dejar de lado todos los aspectos que confieren seguridad a las instalaciones.
• Debe existir un detallado plan de evacuación contra incendios u otros accidentes que impliquen el traslado rápido y forzoso de los residentes fuera del centro.
• El geriátrico debe instalar un sistema de control de errantes adecuado a sus dimensiones y capacidad:
  • Sistema básico – Para residencias pequeñas. Ofrece las prestaciones necesarias para localizar y gestionar en tiempo real a los residentes a través del ordenador.
  • Modelo de gestión avanzado – Como el Amadeus8, creado para complejos geriátricos que incluyen diferentes edificios y del que en Accesor somos distribuidores. Ofrece un control efectivo de los residentes de los distintos centros y permite identificar cuando hay un intento de fuga y dejarlo registrado. Cuando un residente se acerca a una puerta abierta y su actitud es presumiblemente de fuga, el sistema activa una sirena en el punto de control y en enfermería, generando una llamada al responsable de guardia. También activa el bloqueo de las puertas oportunas y genera el envío de correos electrónicos informando del incidente a los responsables de seguridad.
• Las pulseras de control de errantes son el dispositivo de localización (tag RFID activo) que permite identificar a los ancianos y detectar la zona de la incidencia. Cuando la persona se acerca a puntos de salida, el sistema envía mensajes de alarma a los terminales del personal del centro. Asimismo, la pulsera envía periódicamente una señal, de modo que el sistema conoce la localización de cada residente en cada momento. Y cuando el residente se mueve, la pulsera también genera una señal de activación del sistema.