Control de acceso con código de barras o QR

Que es un código QR?

 

 

El sistema QR (Quick Response), es una evolución del código de barras y fue inventado en Japón en 1994 por la empresa Denso Wave para la rápida lectura de sus procesos productivos. A partir del año 2000 y al ser de Uso Libre, se implantó rápidamente desde Japón a todo el mundo donde se normalizo mediante la ISO/IEC 18004. El código QR pasó a utilizarse en infinidad de usos.

El sistema QR se realiza mediante una composición de pequeños cuadrados negros sobre fondo blanco y unas marcas en tres de los extremos de la composición que permite determinar la dirección de la lectura.

Puede almacenar hasta 4.296 caracteres alfanuméricos y a diferencia del sistema de código de barras, su lectura es multi-direccional y extremadamente más rápida. Ideal para la lectura de tickets de entrada.

   Lista Catalogo_productos_ticketing.pdf 5,1 MiB

 

Ventajas del Código QR Vs el Código de Barras.

 

El código de barras es una combinación de líneas paralelas verticales de distinto grosor y combinación que permite la lectura de un número determinado de caracteres según su EAN/Codebar (Normativa internacional) muy estandarizado para identificación de productos sobre todo en el mundo del Retail ya que es fácilmente imprimible en cualquier superficie. Su principal inconveniente es su limitación de caracteres (13, 28, 128) y para usos de control de accesos, no podemos realizar encriptaciones complejas o añadir parámetros como fechas o tiempo. Su principal ventaja es el coste de los lectores, que al tratarse de un sistema muy estandarizado, su precio es más bajo. Otro inconveniente es que la lectura tiene que realizarse en una única posición o utilizar lectores con múltiples escaneos. Esto hace que el precio y tamaño de estos sea mayor.

El Código QR es igualmente rápido en las lecturas pero con un mayor número de caracteres que permite añadir fechas, tiempos, o utilizar cadenas más largas para realizar encriptaciones complejas y dificultar la copia o el pirateo. Al tratarse de un formato 2D, podemos leer un código en cualquier posición y el tamaño de los lectores suele ser menor. Su inconveniente principal es que al tratarse de una imagen, cualquier rozadura importante o suciedad, puede alterar su lectura o inabilitarla. Aún así el sistema QR suele ser el más utilizado para la venta de tickets de entrada en museos, centros deportivos, tickets de aparcamiento o tickets de control de acceso.